Les nostres recomanacions i propostes
Ressenya
Bohumil Hrabal
Clases de baile para mayores
Per Autor convidat
2.12.2014
buena obra literaria, ambos se acompañan a lo largo de la novela y se sirven mutuamente para formar una pieza final
equilibrada. Un narrador sin nombre –extravagante, cotilla, de edad avanzada– explica la historia de su vida a unas
mujeres a quienes, sin duda, tiene ganas de divertir e impresionar. «¿Qué les parece, señoritas, lo que aún me queda en la memoria?». Efectivamente, el soliloquio transcurre por decenas de hechos y anécdotas que el protagonista explica como si le hubieran ocurrido justo el día anterior, y lo hace con tanto entusiasmo y detalle que los lectores no podemos hacer más que dejarlo hablar sin parar. Porque no para. Las cuestiones amorosas, propias y ajenas, se enlazan con aventuras militares, secretos de la Iglesia, peripecias políticas e intimidades familiares. El narrador,
mediante la asociación libre, pasa de una historia a la otra sin que los lectores podamos aposentarnos en ellas. El tono
caótico, casi ebrio, del protagonista, se ve respaldado por la propia estructura de la novela, escrita en una sola frase de noventa y una páginas. El ritmo trepidante del narrador encuentra su acompañante ideal en una construcción gramatical compleja y exigente. Así, lo que puede parecer una simple e hilarante confesión vital de un viejo que ya ha visto pasar sus mejores años, se convierte también en una reflexión desenfrenada sobre el paso del tiempo y la naturaleza de la memoria. En el epílogo, Hrabal nos cuenta que el narrador de su novela está inspirado en su tío Pepin, a quien tuvo la oportunidad de escuchar y pudo disfrutar de su lenguaje coloquial, que no solo le permitía
contar sus historias, sino que reflejaba de forma directa sus orígenes y su personalidad. Con este homenaje a su tío, el autor erige también un monumento a la jerga y a los héroes de la vida cotidiana, que no quieren más que contar sus hazañas y enseñarnos a bailar a su ritmo.