Les nostres recomanacions i propostes

Tres años y medio tardó Martin Rowson en realizar su particular adaptación gráfica de la antinovela de Laurence Sterne. Según sus propias palabras, ha creado un cómic sobre «la imposibilidad de producir una adaptación gráfica de una novela sobre la imposibilidad de producir una novela». Rowson plantea un ejercicio libre de intrincadas ilustraciones y auténtica esencia shandiana en el que, junto a tres personajes anónimos, que a veces tienen la
cara de Joyce o de Woolf, recorremos vida y calamidades de un Shandy convertido en cicerone de su propia existencia y alrededores. Brillante e imponente obra erigida por un admirador de Shandy para admiradores de Shandy. Sterne la habría aprobado con nota alta.