Les nostres recomanacions i propostes

¿Trabajan del mismo modo todos los artistas? A la mayoría les gusta aprovechar las primeras horas del día y no les gusta trabajar con el estómago lleno; también hay quien sin un café matutino y un paseo dice no ser persona. Cierto, pero cada maestrillo tiene su librillo. Sin duda podemos repasar a los más de 160 escritores, músicos o inventores y encontrar excentricidades en casi todos ellos. Sorprende que Francis Bacon tuviese un estudio tan caótico, pues no había quien pusiese un pie dentro sin salir manchado de pintura. Woody Allen, por ejemplo, se toma una ducha cuando se encuentra estancado, para desconectar y relajarse, tarea que en ocasiones le lleva a ducharse varias veces al día. A Kant, a pesar de su escrupulosa rutina y sobriedad (rara vez salió de Königsberg), le gustaba la vida social y era un notable anfitrión. Todos estos ejemplos son rastreados por Mason Currey en su primer libro Rituales cotidianos, que comenzó en forma de blog. Currey compila las circunstancias de la actividad creadora, las manías, los horarios, tics o rarezas, y no tanto el producto creativo. Lo que puede parecer un libro divertido y trivial, nos plantea la siguiente pregunta: ¿Qué nos puede decir de un artista la organización de su jornada de trabajo? Pues bien, como John Cheever pensaba, no podemos redactar siquiera una carta de negocios sin revelar algo de nuestro «yo» interno.

Julián Pacomio