Vivimos tiempos extraños. Tiempos en los que los juzgados son nuevos salones de pasos perdidos para la clase política y las prisiones, nuevas moradas de no pocos políticos que perdieron sus pasos. En estos tiempos, los políticos se convierten en presos y los periodistas, en presos de la imagen de ese político -altivo pero asustado, arrogante pero vulnerable- llegando a la sede judicial de turno, zafándose de decenas de micrófonos, periodistas y cámaras o calentando su imputación en un banquillo. De la imagen de ese político cuya cara y traje caro ya no vemos tras el opaco portón de un furgón policial que pone rumbo a una prisión. Todas las fotos de este libro han sido tomadas con un teléfono móvil durante coberturas periodísticas. Este dispositivo ha cambiado radicalmente no solo la sociedad sino también el oficio periodístico, convirtiéndose en la perfecta herramienta accidental para captar momentos, sensaciones y sentimientos en situaciones únicas y fugaces. Las imágenes de ‘Prison Blues’ abarcan el convulso periodo comprendido desde la salida de prisión del que fuera hombre de confianza de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, en junio de 2017; hasta el inicio del juicio del ‘procés’ independentista de Cataluña en el Tribunal Supremo en febrero de 2019, pasando por los ingresos en prisión de Iñaki Urdangarin, Rodrigo Rato o los políticos independentistas catalanes.