Guillermo de Ockham emergió en un tiempo y en unas circunstancias históricas diferentes a las de otros pensadores medievales; si el pensamiento tradicional de su época trataba de unir fe y razón -que es como decir teología y filosofía-, había llegado el momento de separar y enfocar los problemas desde la lógica del lenguaje.
Transgrediendo el sentir de la época, opina Ockham que la filosofía tiene un campo propio (la racionalidad natural) mientras que la teología tiene el suyo (la fe, que pretende ser la explicación de "lo inexplicable"). Territorios que no deben mezclarse entre sí ni tampoco hacerlo con los asuntos políticos.
Filósofo de lo concreto, de lo singular, crítico del lenguaje y renovador del pensamiento, en medio de la crisis que la Metafísica tradicional estaba sufriendo.