En el manuscrito 20.355 de la Biblioteca Nacional de Madrid encontramos un breve registro donde una mano, con la perspectiva de finales del siglo XVII, recopila un "Índice de Autores Españoles que han escrito Poesia de mucho nombre". No llega a una cuartilla y media en doble columna y reúne 53 nombres, sintetizando lo que hoy consideramos el canon de la poesía áurea desde Juan de Mena. Unos años antes, Lope de Vega dirigía al príncipe un memorial en el que salía por la buena fama de algunso escritores, puesta en riesgo por la descontrolada circulación de papeles impresos, singularmente pliegos con composiciones vulgares; en ella sintetiza el grupo destacado de autores del romancero nuevo, con la peculiaridad de componerlo sólo con sus amigos e incluirse él mismo en este parnasillo; a continuación previene también contra la venta de manuscritos con textos de comeidas, y procede de similar manera, sólo que ahora la cuestión prioritaria no es la buena fama, sino el daño "para los dueños" al recoger "el fruto de sus estudios".