Santanyí, 1926 - 1997

Blai Bonet nunca fue un divo, o un autor dependiente de algo. Anacoreta de si mismo, creyó en la palabra como salvación, casi como una religión (no en vano uno de sus libros de poemas lleva por título L'Evangeli segons un de tants), y desarrolló un mundo narrativo tan local como universal. Telúrico, en perpetua busca de sus constantes vitales y de un lenguaje propio, en 1958 publicó El mar, novela magna y que causó impacto tanto por su temática como por su tratamiento, y en la que incorporó las nuevas corrientes experimentales que triunfaban en Europa.

La obra narrativa de Bonet está escrita principalmente entre finales de la década de los 50 y la década de los 60. En sus novelas, Blai Bonet trata de incorporar a la literatura catalana las corrientes narrativas que triunfan en el extranjero. Existencialismo, experimentalismo, nouveau roman... son digeridos y adaptados al mundo personal del escritor. Judes i la primavera (1963) experimenta con las nuevas técnicas narrativas, aportando el influjo del existencialismo de inspiración cristiana. En la novela Míster Evasió (1969) utilitza técnicas como el uso de flash-backs y el monólogo interior, y el innovador tratamiento del lenguaje, onomatopeyas, lenguaje coloquial...

Aprovechamos la nueva edición de El mar, que ofrece un epílogo de Xavier Pla sobre las vicisitudes de una obra que fue censurada por el jurado del Joanot Martorell y aprobada por los censores del Régimen, para recordar su figura.