Recorridos

Pippo Delbono

"El mundo del teatro está muerto, hay demasiado poder; un fascismo cultural. El teatro no es recitar un monólogo, es la necesidad de comunicar".

Varazze, (Italia) 1959

Pippo DelBono, (1959) actor, director y dramaturgo italiano, es uno de los pocos creadores, término aquí no acotado a las artes escénicas, que toma conciencia de su trabajo a partir del tiempo contemporáneo, y que sin matices ni melancolías pone a prueba su propia historia personal. Dicho de otro modo: la autobiografía del artista y el mundo en el que vivimos genera el proceso de su trabajo. Huyendo del teatro entendido como puro entretenimiento, el trabajo que Pippo Delbono y su compañía firman es un teatro consciente del tiempo: habla de "nosotros", construido desde y hacia lo personal.
Una de las características del trabajo de Pippo Delbono es la apertura, es decir, cada paso, cada gesto, cada objeto, y todas las palabras pronunciadas remiten a otro elemento igualmente necesario que no concluye el discurso y genera la comprensión del espectáculo. La obra entonces se convierte en un "continium" de la obra misma, en "una dramaturgia física con elementos encontrados". Este hecho se hace patente en todo aquello que sucede a su alrededor se convierte en material de trabajo: algo escrito por él mismo, un libro leído, un sueño, un dibujo, una música. Como dirá él mismo: "cada espectáculo es una pregunta, no una respuesta."
Pippo Delbono admite sin pausa: "El mundo del teatro está muerto, hay demasiado poder; un fascismo cultural. El teatro no es recitar un monólogo, es la necesidad de comunicar". Delbono parte de la verdad del rito, de la responsabilidad de estar aquí y mirar las cosas por primera vez: reemprender la experiencia. "Hay mucha construcción. Cuando una obra se representa 150 veces no cabe hablar de naturalismo. El teatro es rito y representación, y la libertad sólo está en la construcción sólida y fuerte de la obra, siempre más fuerte que nosotros. Como creador si no tienes la responsabilidad de la creación, no lo eres."
Delbono habla de la experiencia de la vida y de la lucha, de la destrucción física: en el momento en que se encontró al límite de la vida,"la cabeza loca" y el SIDA merodeando a su alrededor,... de cuando encontró a Bobó, actor principal de su compañía creada a finales de los años 80: "Es difícil relacionarse con los que se sienten normales. Bobó tiene sensibilidad. No se confronta con las palabras". Su compañía está formada en parte por personas discapacitadas: Bobó, sordomudo, analfabeto y microcefálo, a sus 74 años ha pasado 45 encerrado en un psiquiátrico, Armando, poliomielítico, Gianluca Ballaré, mongólico; personas que le hacen poner los pies en el suelo. "Me dan humanidad, me dan vida, me dan personajes. "
Èlia Llach

Bibliografía destacada