Recorridos

Nicanor Parra

"Hasta el que limpia las alcantarillas/es indudablemente sacerdote/este es más sacerdote que nadie."

San Fabián de Alico, Chile, 5 de septiembre de 191

"Escribe como si al día siguiente fuera a ser electrocutado", dijo de él Roberto Bolaño, que lo tuvo entre sus poetas preferidos. Coincidiendo con la publicación del segundo volumen de las obras completas del poeta, por parte de Galaxia Gutenberg, Nicanor Parra ha sido distinguido, a sus 97 años, con el Premio Cervantes 2011, considerado el galardón más importante de las letras hispanas. El creador de la antipoesía ve su genuinidad recompensada.

Nacido en San Fabián, Provincia del Ñuble (cerca de Chillán), Parra se convierte en el tercer chileno en ganar el también llamado "Nobel" de la Literatura Hispana. Después de publicar en 1937 Cancionero sin nombre, muy influido por el popularismo de Federico García Lorca, llegó en 1954 el libro que marca su obra y parte de la poesía latinoamericana de la segunda mitad del siglo XX, Poemas y antipoemas. Parra llevó a cabo un proyecto de sistemática recuperación del habla empírica, al que llamó "antipoesía". Enrique Linh y José Emilio Pacheco asumieron la reconversión de la "antipoesía" en la lírica de los tiempos de penuria. La temporalidad de lo oral, la inmediatez del nombre, la dignificación de lo coloquial, el humor, la trama entre la forma y el habla, todo eso, en la estela mejor heredada de Pablo Neruda y César Vallejo, Nicanor Parra fue capaz de trazar, de este modo, una poética única que actualmente cuenta con gran repercusión entre los poetas jóvenes de su país y de Latinoamérica en general.

Crítico y denunciante de la dictadura de Pinochet, Parra consiguió que en el 1977 viera la luz La vuelta del Cristo de Elqui ("Yo no pienso bajarme de aquí:/Se está mejor acá arriba que abajo"), un libro que versaba sobre un visionario místico que predicaba por las minas del norte de Chile, en el que, como indica Zambra en un prólogo, "luchan el poeta y el antipoeta en el interior de un mismo ego."

Antes del Cervantes, ya tenía los premios más importantes de la lengua española, el Juan Rulfo, en 1991, y diez años después el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. Como incentivo monetario, el autor chileno recibirá 125 mil euros y pasa a formar parte de la nómina de galardonados que incluye a ilustres como Mario Vargas Llosa, Ernesto Sábato, Carlos Fuentes, entre muchos otros.

"Busco una poesía a base de hechos y no de combinaciones o figuras literarias. Estoy en contra de la forma afectada del lenguaje tradicional poético". Sobre este principio único hizo estallar Parra su ingenio, cortocircuitando las formas más tradicionalistas y manidas de la poesía simbolista latinomaericana, abriendo así una brecha que ya nunca se va a cerrar.

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