Recorridos

Sabiduría Griega Arcaica

Un recorrido programático por el pensamiento arcaico heleno

Nosotros, humanos, tan temiblemente necesitados de marchamos y de etiquetas, ponemos lindes donde nos conviene, por injusta que sea la parcelación. Cuanto es Ah, tot el que és o parece arcaico nos infunde respeto y nos atrae con un poder eléctrico, casi visceral. Sentimos recelo y, a la vez, admiración por los que es supuestamente primigenio, saciados como estamos de decandentismo y finisecularidad.

Por lo que se refiere al arcaismo griego, se produce una injusticia inveterada, una centuriación oprobiosa, que debería ofender a todo arcaico mucho más de lo que nos complace a nosotros el sentirnos llamados posmodernos. Resulta curioso y significativo que tal arbitrariedad se produzca en el ámbito de esta dicha filosofía, o del pensamiento, para usar un término más inocuo. Si toda res cogitans anterior a Sócrates merece el apelativo de presocrática, deberíamos aplicarlo a Arquíloco o al escultor del Moschophoros, por poner dos casos de insigne arcaismo, no menos que a Parménides.

Parménides, poeta, quién sabe cómo habría querido reconocerse a sí mismo. Sin duda no como presocrático. No, el verdadero instigador de todo este embrollo no fue sino el amicus Plato. Él es responsable y fautor del preplatonismo y del posplatonismo. Pues bien, unos cuantos representantes de este último movimiento que engloba veinticinco siglos de pensamiento, también de filosofía, se dedicaron a compilar y ordenar muestras de pensamiento arcaico, preplatónico, a copia de inteligencia aguzada y de no poco arte adivinatorio. H. Diels y W. Kranz perpretraron gran parte de esta osada proeza.

Se presenta ahora una bella edición, muy esmerada en la selección del material, que ha sabido destilar en cada una de sus partes (introducción, bibliografía, comentarios, traducciones y concordancias) la herencia filológica de los últimos doscientos años, de una considerable porción del arcaismo heleno, original o pretendido. La selección del corpus textual traducido deriva de un criterio muy madurado, de una intuición filológica acertada que nos conduce por un itinerario meditado con notable sabiduría moderna.

La obra, a cargo de Jaume Pòrtulas y Sergi Grau, es digna de elogio por haber sabido sustraerse a la convención de traducir el trabajo ajeno (videlicet Diels & Kranz) a nuestra lengua, por haber articulado textos y testimonios de manera programática e inteligente, en el sentido que nos permite acercarnos a diferentes estadios de esto que no sabemos muy bien cómo llamar: pensamiento, sabiduría, filosofía, mito, alegoría, poesía, todas ellas facetas de una realidad poliédrica y compleja. Gracias a Sabiduría Griega Arcaica podemos fuir de una placentera promenade por este magnificente bosque de fósiles vivientes sin miedo a perdernos: el sendero ha sido excepcionalmente bien señalizado. Por cierto, es parada obligatoria la fuente de Parménides, afortunadamente no contaminada por el purín de porquerizos contemporáneos. ¡Larga vida a la sabiduría arcaica!