1947

Londres, años 70, boas de plumas, purpurina, plataformas, sombra aquí, sexo allá, androginia y el Electric Warrior de T.Rex. La trayectoria de David Bowie comenzó en los años sesenta, pero fue en ese Londres setentero donde Ziggy Stardust aterrizó para quedarse, componiendo e interpretando uno de los discos más importantes de la historia del rock.

La discografía de este camaleón con actitud, demuestra el inconformismo del músico que se pone a prueba, que absorbe registros para crear el suyo propio, que sabe que la coherencia es disfrutar buscando ese camino repleto de ramales. Estrella del glam-rock y ¿una balada de pop sinfónico para hablar de sus fans en un álbum inspirado en una obra de George Orwell? ¿resonancias funky y violines de por medio para hacer referencia al título 1984 ? Pues sí, eso y más.

Brian Duffy y Mick Rock le fotografiaron, Freddie Burretti, Kansai Yamamoto, Natasha Korniloff y Alexander McQueen lo vistieron, Guy Peellaert le dibujaba carátulas y Brian Eno figura entre sus colaboradores. Por estas y más razones el Victoria and Albert Museum ofrece una gran retrospectiva de este icono que aún vive y sigue a grupos como The Arcade Fire. Londres le rinde homenaje, hagámonoslo a nosotros mismos y tengamos sus discos en casa.