Recorridos

Nelson Mandela

De la ruralidad al icono global

Mvezo, Umtata (1918) - Johannesburgo, Sudáfrica (2013)

Nelson Mandela es, sencillamente, uno de los personajes políticos más respetados del siglo XX. Icono de la lucha contra la política de segregación racial del Partido Nacional sudafricano, Madiba empezó su emblemática carrera pública como abogado, defendiendo los derechos de los negros sin representación legal y estimulando la campaña de desobediencia civil al apartheid en 1952. Tras la masacre de niños, mujeres y activistas en Sharpeville en 1960 Mandela pasará de la política de la no violencia inspirada en Gandhi a dirigir personalmente el comando Umkhonto we Sizwe (Lanza de la Nación), ya que, como confesó a su biógrafo Richard Stengel en 1993: "Siempre creímos en la no violencia como táctica. Allá donde las condiciones lo exigieran utilizaríamos la no violencia"; pero "allá donde las condiciones nos exigieran que la abandonáramos, así lo haríamos".

Considerado un terrorista por la ONU, el futuro Premio Nobel de la Paz fue encarcelado durante 27 años. Con el estigma de ser negro y preso político su estatus en prisión fue bajísimo. Trabajó en las canteras de sal. Recibía una carta cada seis meses -revisada por los censores de la cárcel- y su salud empeoró considerablemente. Sin embargo, cuando el presidente Willem de Klerk lo liberó en 1990 su popularidad había crecido tanto que tres años después recibió el Nobel de la Paz -que compartió con de Klerk- y al año siguiente se convirtió en el primer presidente negro de la historia de Sudáfrica, impulsando una política de reconciliación nacional en lo que iba tomando forma de democracia multirracial.

El líder del Congreso Nacional Africano abandonó la política en 1999 y la vida pública en 2004. Tras haber dedicado toda su vida a causas humanitarias, este admirador de G. F. Handel y P. I. Tchaikovsky, doctor honoris causa por unas cincuenta universidades de todo el mundo, nos dejó condensada su experiencia en la autobiografía Long Walk to Freedom.