Recorridos

Leopoldo María Panero

"Vivo dentro de la fantasía paranoica del fin del mundo y no solo no quiero salir de ella sino que pretendo que los demás entren en ella. Todas mis palabras son la misma que se inclina hacia muchos lados, la palabra FIN, la palabra que es el silencio, dicha de muchos modos."

Madrid, 1948 - Las Palmas de Gran Canaria, 2014

Enfant terrible, último maldito, hijo del desencanto o simplemente loco son algunos de los calificativos que se han dejado leer tras la muerte de Leopoldo María Panero. Lo cierto es que, el poeta, hijo de un prohombre franquista, también poeta, y de Felicidad Blanc («era la muchacha más bella de Madrid y vivía en una bonita casa de los bulevares rodeada de jardines y de cierto misterio», Mercedes Fórmica dixit), tuvo una biografía llena de malditismo y oscuridad, que el cineasta Jaime Chávarri mostraría, en parte, con el documental El desencanto, en el año 1976.

En 1968 apareció su primer libro, Por el camino de Swan, y ese mismo año fue también el de su primer intento de suicidio y el de su ingreso en el Instituto Frenopático de Barcelona, ciudad en la que estudiaba Filología Francesa tras los cursos de Filosofía en la Complutense de Madrid.

Desde entonces, su vida de abismo tuvo dos líneas paralelas, apenas sin espacio entre ellas, aquiescente con la lcocura, el exceso y el autoexilio en la literatura. Visitas a la cárcel, escarceos con las drogas y largas temporadas en los psiquiátricos (con residencia definitiva en el de Las Palmas) escribían las páginas de su vida mientras él escribía las páginas de su poesía radical, singular y única en el panorama editorial español.