Cuando una inmensa ola política arrojó náufrago y huérfano de patria a Gastón Baquero en la geografía española, en abril de 1959, era un hombre consagrado en el mundo de las letras hispanoamericanas. Las comparecencias sociales y los deberes periodísticos hacía tiempo que lo mantenían alejado de su oficio de poeta, empero este hombre imbuido del espíritu humanista de aquellos pilares del Renacimiento buscaba siempre la salida a su arte aprisionado por las circunstancias. Hoy escribía sobre un clásico de las letras universales, mañana tenía una cita con la historia, al día siguiente parecía el arte, y en todo momento había que cuidar el espíritu. Así, haciendo de custodio de la ciencia del hombre y su cultura se vio Gastón Baquero convertido en pastor del alma humanista. Y como la poesía es género rebelde y proteico que siempre busca el modo de manifestarse, aquí hace acto de presencia por medio de la fabulación en un cuaderno de prosas que ilustra sus constantes vitales como creador. Eso es este libro, un re corrido revelador del universo creativo baqueriano con su entera capacidad de fábula.