La importancia de Reclus reside en haber sabido conjugar una visión comunitaria y críticamente holística de la sociedad y de la naturaleza, con una notable capacidad de análisis sobre las barreras sociales que impiden a los seres humanos relacionarse con la totalidad de las cosas de un modo práctico y socialmente transformador. Su visión de la humanidad-en-la-naturaleza, junto con un análisis riguroso de las instituciones e ideologías del poder (capitalismo y dominación de clase; nacionalismo, estatismo y tecnoburocracia; patriarcado y sexismo; racismo y opresión étnica; especismo y dominación de la naturaleza), aún hoy nos ayudan a entender cómo activar un proceso de auto-transformación, en paralelo con un proceso de revolución/evolución social.