Les nostres recomanacions i propostes

Uno tenía una idea más o menos vaga sobre lo que es un dron, idea pervertida por el uso ocioso que le damos en nuestra particular realidad. Pero el libro de Chamayou nos invita a adentrarnos en esa senda oscura que nos conduce hacia una realidad atroz, que medio sospechábamos, pero que casi nos parecen surrealista. Resulta que lo que los teóricos de las fuerzas armadas norteamericanas definen como arma humanitaria lo es más bien poco.  La tesis que nos plantea el autor es altamente inquietante: la guerra a la Clausewitz, el duelo entre enemigos, ha muerto y ha sido substituida por la caza. Ahora, un cazador incansable que todo lo ve, un ojo de dios mecánico, al acecho, persigue pacientemente desde las alturas a sus presas, que huyen y se esconden en vano, aunque resulta que el ojo divino es miope y a veces se equivoca…

Estos vehículos aéreos no tripulados vigilan sin descanso, pilotados desde los EEUU por unos operadores que, sentados en cómodas sillas, observan durante horas enormes pantallas donde se ve a los presuntos terroristas preparando golpes contra el mundo civilizado. Los vigilantes analizan las imágenes, peinan las redes sociales, teléfonos móviles, imágenes satelitales, etc., y si el resultado de esta ecuación se corresponde con lo deseado, se ejecuta la sentencia: un disparo que todo lo arrasa en un radio de quince metros. Así, el dron (del verbo to  drone, zumbar, en inglés) resulta ser un arma invisible y letal, imprevisible, que deja el blanco siempre indefenso mientras siembra el terror, real y psicológico, entre la población local.

El territorio de combate es ahora global. Analizando las implicaciones éticas, sociales, legales, biopolíticas de esta nueva forma de guerra, Chamayou traza la genealogía que va de la guerra convencional a la guerra de drones, cuestionando la eficacia de esta guerra “selectiva” y su sentido. En la guerra del Yom Kipur empezó todo, el ojo mecánico ha evolucionado y sigue evolucionando…